Celebrando la masturbación

La masturbación es el fundamento de toda práctica sexual humana. Explorar el propio cuerpo y sentir placer sexual es una de las primeras respuestas naturales de los seres humanos. A pesar de ello, poco es lo que sabemos de la masturbación. Las cifras nos dibujan una realidad que a simple vista parece sencilla: aproximadamente el 90% (Moral de la Rubia, 2011) de los hombres se masturban; para las mujeres, los datos resultan inciertos por la inhibición que les provoca reconocer esta práctica y entonces, podemos encontrar datos que varían del 30% al 80% (Ramos, 2002; Moral de la Rubia, 2011) y aun así, las particularidades de ésta práctica permanecen en la sombra de una cultura que reprime y castiga todo sexo no reproductivo.

Un mes para celebrar la masturbación nos recuerda que podemos hablar de un secreto a voces del que muchos tienen curiosidad, preocupación, fantasías, temor y deseo. Es imprescindible que incorporemos una visión positiva de la sexualidad centrada en el placer para el bienestar y la salud de los individuos. De acuerdo a Hierro, el placer es la guía que nos indica el camino al autoconocimiento y amor propio. Para amarnos entonces es menester re-apriopiarnos de nuestros cuerpos.

La masturbación es el medio por el cual conocemos y aceptamos nuestros genitales, descubrimos nuestras respuestas sexuales y construimos una autoestima sexual. La masturbación es un manifiesto de autonomía, es tomar el control sobre uno mismo y sobre el propio cuerpo. Es dejar de depender de otros para sentir placer, es asumir que el placer es parte de mí y yo puedo decidir cuándo, cómo, dónde y para qué, sin esperar que otra persona me de lo que yo ya tengo.

Es una forma de construir la confianza para poder comunicarnos claramente con nuestros amantes, no es el sustituto de una pareja, es una forma más de tener sexo; es la clave esencial para revertir la represión sexual, una oportunidad para explorar nuestros cuerpos, mentes y todo aquello que nos enseñaron a esconder o negar.

Entonces, en Mayo, celebremos la masturbación como uno de los actos de amor a uno mismo más sincero y desinteresado que podemos experimentar.