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Entendí el significado de 'vivir desde el placer'




Después de un año de desidia tomé la decisión de inscribirme al BodySex. No lo pensé dos veces, me registré un día y al otro ya había asegurado mi lugar. Fabiola, la organizadora, se portó genial muy atenta y abierta a recibir cualquiera de nuestras dudas. El taller consistía en reunir 10 mujeres desnudas en un espacio en donde se descubrirían y conocerían cada una su placer. Más que nervios tenía muchas ansias, desde hace varios años me he dedicado a vivirme y descubrirme pero la idea de dedicarle tiempo a conocerme fuera de mis cuatro paredes y enfrente de otras mujeres era emocionante, definitivamente estaba a punto de vivir una situación tan especial que no muchos estarían dispuestos a experimentar.



Al llegar el día tan esperado llego al lugar después de transbordar por dos líneas en metro y tomar Uber. Todo fue como lo mencionó Fabiola “Las recibiré totalmente desnuda”, efectivamente pasó, al entrar ya habían otras integrantes sentadas y desnudas, pasé a dejar mi bolsa y comencé a desvestirme, tomé un lugar y a lado mío se encontraba un plato con pañuelos, lubricante y mi propio vibrador. Al inicio todas estábamos sentadas tan propias, unas cubriéndose, otras apenadas, incluso Fabiola comentó “Pongan atención como están sentadas en este momento y como estarán al final del taller”. No pasó mucho para que la desnudez pasara a la normalidad y pasar de ver mujeres desnudas a sólo mujeres.


La primera actividad del día se basó en dos preguntas, ¿Porqué decidiste llegar aquí? y ¿Cómo te sientes con tu cuerpo? Cada una contó su historia y al llenar el circulo de todas y cada una de nuestras anécdotas incrementaba la conexión entre todas. Entre las historias se podía ver oscuridad, represión, cansancio y como resultado se sentía fortaleza, ganas de vivir, amor. Yo lo interpreto así todas veníamos con un fantasma, un pasado que nos perseguía y aunque vivimos diferentes situaciones nos manteníamos enlazadas emocionalmente, apoyadas con aquella hambre de sentirnos, de conocernos, de dejar el pasado atrás y vivir el ahora. En mi caso, lo que me empujó a ir al taller fue aquella hambre de experimentar mi sexualidad. Saben, he estado en terapia ya hace unos meses y es sorprendente lo mucho que aprendes de ti mismo y sin duda alguna eso mismo quiero descubrir, conocer lo que me gusta y lo que no. Con mi cuerpo estoy muy feliz, tal vez sea petite y no sea delgada pero con el tiempo he aprendido a amar cada curva de mi cadera.


Para la hora del break efectivamente nuestra postura había cambiado incluso no había necesidad de cubrirnos para comer, pero ya era hora de la última actividad del día conocer nuestras vulvas. Sí, son vulvas no vaginas, pasamos una por una y al llegar mi turno no pude evitar sorprenderme, digo ya me conocía pero la idea de dedicarle tanto tiempo a mi vulva nunca la tuve presente. Ahí estaba sentada piernas abiertas, frente a mi un espejo, Fabiola a mi lado y todas observando, al principio pensé sería algo incómodo pero para mi sorpresa no lo fue. Presencié cada cambio en mi vulva, al estimularla con mis manos y un poco de lubricante pude ver su cambio de color de un tono natural a un rosado y como practicando las respiraciones que aprendí se abría cual flor. Me quedé sin palabras era impresionante verme y reconocerme. Ahora era tiempo de nombrar mi vulva y un nombre daba vueltas y vueltas en mi cabeza, así fue como “Lola" fue bautizada.



Al día siguiente llegué con mucha energía y era evidente como a todas nos costó menos desvestirnos. Hora de la masturbación, primero aprendimos como aplicar las técnicas de respiración con el fin de relajar en lugar de contraer, por alguna razón tenía la idea que era mejor la contracción, pero al ponerlo en práctica me quedó claro como al relajar cada sensación se alarga por todo el cuerpo y con la ayuda del vibrador es una combinación deliciosa. ¡Exquisita!


Henos ahí todas masturbándonos a la misma vez cada una con su propio vibrador, una se acercaba a terminar y otra le seguía, más otra y así todas conectadas en nuestro placer. Una y otra vez, no buscábamos el orgasmo pero esa experiencia me dio tres orgasmos. Al terminar todas nos veíamos con más energía incluso algunas notaban un brillo en sus caras. Sin embargo, el momento más especial para mí fue al final del día, al dividirnos en dos grupos, una por una se acostaba y recibía un masaje por todas. Tal vez pensarán en algo erótico al leer esto, pero para mí fue vivir una sanación, ahí estaba sintiendo sus manos lubricadas por todo mi cuerpo y en cada toque sentía aquella conexión que tuvimos al hablar de nuestros fantasmas. Sabía lo que ellas habían pasado y ellas sabían las mías pero en aquel momento dejamos a un lado aquellos fantasmas que nos atormentaban para limpiarnos de ellos y sanarnos. Al final, cada una habló sobre su experiencia con el masaje y no pude evitar llorar, de repente lagrimas salían de mis ojos sin parar al darme cuenta que aquel masaje fue mi compromiso a vivir desde mi placer, a dejar atrás aquellos impedimentos, tormentas, fantasmas, etc. y vivir para mí, para lo que quiero, deseo y me hace feliz. En ese momento entendí el significado de VIVIR DESDE EL PLACER y desde ese día puedo asegurar que VIVO DESDE MI PLACER.


Ya han pasado cinco meses desde el taller me siento diferente y luzco diferente, al llegar le conté a todas mis amigas y amigos, sabían que iría y morían por saber todo. Es impresionante como su punto de vista cambió al contarles aquella anécdota, por eso les dejo mi experiencia y les invito a vivirlo, a quitarse los prejuicios y conocerse.


VIVAN DESDE EL PLACER


Gracias Fabiola.

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